miércoles, 19 de noviembre de 2008

Décimo octavo mensaje


El médico alfarero
Un conocido médico estaba obsesionado con el arte de la alfarería. Pasaba muchas horas del día sentado sobre el torno de alfarero, dando toques y retoques a las piezas de alfafería que fabricaba. A menudo reunía a sus pacientes para hacerles admirar sus obras.
Un día invitó a un Maestro de Sabiduría conocido suyo, y mientras admiraban un pequeño jarrón, se volvieron hacia él para conocer su opinión.
El Maestro Zen miró gravemente en torno suyo y dijo:
- Si alguno de vosotros cae enfermo, os aconsejo que nunca recurráis a este hombre. Debe ser un médico muy, muy malo.
Se hizo un silencio mortal. Después un viejecito preguntó:
- Pero, ¿por qué dice usted eso?
- Porque su corazón no está en la medicina. Este doctor colecciona pacientes con el único propósito de mostrarles sus obras de alfarería, que además, no tienen mucho valor artístico..
El golpe fue tan duro para el médico, que en el acto perdió la vanidad artística que alteraba sus cualidades médicas y se dedicó con mayor dedicación a su profesión.

Jaimito
Jaimito en el cole:
-Profe, mi no tengo lapiz.
-No, Jaimito, no es asi, atiende:
Yo no tengo lapiz
Tu no tienes lapiz
El no tiene lapiz
Nosotros no tenemos lapiz
Vosotros no teneis lapiz
Ellos no tienen lapiz
-Bueno, y que narices ha pasado con los lapices?

En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.
Pablo Neruda (1904-1973) Poeta chileno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

penuchttp://www.fotolog.com/alamanecer/56691386

resumen de la noche q sabias lo q iba a pasar:)